La participación activa del paciente juega un papel fundamental en el control y tratamiento de las enfermedades crónicas. Esa participación activa solo se consigue mediante su educación.
Nuestro Centro, único en Latinoamérica y en concordancia con otros existentes en Estados Unidos y Europa, desarrolla programas de educación estructurados, especialmente dedicados a la persona con diabetes y a sus familiares. Sus resultados demuestran que los pacientes educados logran un mejor control de la enfermedad, una marcada prevención de sus complicaciones crónicas, una disminución del costo socioeconómico de la diabetes y, como consecuencia, una mejor calidad de vida.